Un viejo proverbio árabe reza que “el hombre teme al Tiempo, pero el Tiempo teme a las Pirámides”. Las tres grandes pirámides que se elevan en la llanura de Gizah se construyeron hace más de cuatro mil quinientos años (en torno al 2.500 AC) y pertenecen al Imperio Antiguo de Egipto. Son las pirámides que erigieron tres faraones consecutivos: Keops, Kefren y Micerinos. Abuelo, padre e hijo. Tres generaciones.
A lo largo de los siglos, numerosas civilizaciones fueron llegando: la griega, la romana, la árabe, después el imperio otomano, la invasión napoleónica, el protectorado británico y, finalmente, la independencia total de Egipto, configurada en nación islámica. Mientras tanto, las pirámides seguían allí. En algunas ocasiones, los recién llegados preguntaban: ¿qué es eso? ¿Qué significa? El pueblo respondía que siempre había estado ahí. No pocas veces se intentaron destruir (la marca de la pólvora con la que el hijo de Saladino trató de volar la pirámide de Micerinos sigue visible). Pero ellas continúan allí. Intactas. Imperturbables.
Las startups y, en general, las empresas tecnológicas han aprendido una dura lección durante esta pandemia. Es difícil permanecer. Sobrevivir. En su libro, “Out-Innovate”, Alex Lazarrow define el término “Startups Camello”. Son, al igual que estos animales, fuertes y robustas, capaces de sobrevivir a la sequía. Resilientes, habituadas a las inclemencias externas y no dependen del crecimiento exponencial.
Este tipo de startups surgen en contraposición a las que nacieron del llamado “blitzscaling” donde se inyectaban grandes cantidades de capital para asegurarse la captación de usuarios para determinadas plataformas, como es el caso de Uber, AirBnB o WeWork. Fundamentalmente, la mayor parte de este “blitzscaling” consistía en inversiones masivas en Google y Facebook basadas en un “Customer Acquisition Cost (CAC)” para lograr que esos usuarios tuvieran a largo plazo un alto “Life Time Value (LTV”, es decir, un retorno económico del destinado a adquirirlos.
¿Cómo serán las PosCovid startups? Es difícil aventurar el efecto que ha tenido la pandemia del COVID-19 sobre las estructuras y estrategias de las nuevas empresas, pero, probablemente, tengan un componente importante de “startup camello”. Seguramente:
- Puedan soportar duras condiciones
- Tengan un crecimiento más mesurado y menos exponencial
- Se basen en un modelo de negocio con equilibrio entre ingresos y gastos
- No estén solo en Silicon Valley, Shenzhen o Austin
- Se articulen sobre costes fijos reducidos y variables ligados a ventas.
Por otro lado, existe una liquidez importante en el mercado a raíz de la contención en inversiones que se ha prolongado en la pandemia, por lo que tampoco sería extraño volver a modelos como el “blitzscaling”.
Lo que sí que está claro es que las Pirámides de Egipto nos enseñan una (muchas, en realidad) gran lección. El tiempo es la verdadera medida de las cosas.